Londres: Trooping the colour (El cumpleaños de la Reina)

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La capital de Gran Bretaña está relativamente cerca de nuestra casa, un par de horas en avión, y a pesar de ello y de que hemos viajado a lugares muy remotos, a muchísimos kilómetros y usando muy diversos medios de transportes nunca habíamos estado en Londres. Lo curioso es que siempre había sido una meta para Maite, pero Antxón se resistía pensando que estaba muy cerca y que podíamos acercarnos en cualquier ocasión, que nunca llegaba.

Londres es la capital del último gran imperio, con el patrimonio cultural que ella conlleva, metrópolis de la última gran potencia colonial del siglo XIX, con la mezcla de razas y culturas más  variada  de cualquier ciudad occidental.

Aunque parecía que nunca iba a llegar visitamos Londres del 7 al 10 de Junio de 2018. Tres-cuatro días que solo te permiten dar un vistazo por encima a la ciudad. Londres tiene mucho que ver y da para una visita larga, pero como casi siempre,  nuestro tiempo es limitado, y por lo tanto tenemos que elegir. ¿Lo imprescindible que todo el mundo tiene que ver? ¿Callejear por la ciudad y dejarnos llevar? ¿Un Max-mix de ambos?  En este post os vamos a contar lo que hicimos en esos tres días de junio de 2018.

Antes de Llegar

Londres no es un destino barato por lo que debíamos elegir bien, en primer lugar que tipo de tarjeta usar para que las visitas y el transporte público más económico.

En Londres existe por un lado la tarjeta London Pass que con ella tienes opción a entrar en un montón de lugares donde  comprando su entrada de una en una sale un ojo de la cara, además de asegurarte el transporte gratis. Nosotros,  como en esta primera visita íbamos a estar poco tiempo y los museos en Londres son casi todos gratis, decidimos dejarla de lado para una segunda visita, porque no íbamos a tener tiempo material de usarla mucho. www.londonpass.es 

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Pero Londres es una mega-urbe y estaba claro que  íbamos a utilizar el transporte público, por lo que optamos por la Oyster Card que te permite montar en cualquier medio de transporte con la tarifa más barata que se puede conseguir. Se puede adquirir en cualquier estación de metro o en el aeropuerto. Hay que pagar una fianza de 5 libras que te devolverán cuando vuelvas a casa junto con el saldo que te sobre. Si te queda poco saldo la misma máquina donde sacaste la tarjeta te hace la devolución, si tienes bastante saldo tienes que acudir a un “Visitor Center” del metro y allí te hacen la devolución. En nuestro caso así lo hicimos en la estación del aeropuerto de Heathrow y nos cargaron el saldo en la misma tarjeta de crédito, aunque tarda un par de días en ello.

Otra de las cuestiones de visitar Gran Bretaña, es la cuestión de la moneda, es preciso obtener libras a buen precio.  En esta ocasión optamos por no cambiar dinero en origen ya que habíamos adquirido para anteriores viajes la tarjeta de débito “Revoult”, www.revolut.com/es/ que precisamente es británica. Esta tarjeta te deja sacar libre de cargas hasta 200 libras al mes y tiene el tipo de cambio real sin comisiones.  La tarjeta funcionó de cine y además, como en Londres puedes pagar casi todo con tarjeta de crédito, nos fue suficiente con 60 libras que teníamos en casa desde hace años, de las que solo gastamos 30 en efectivo.

Para nuestros viajes también  usamos la tarjeta del Banco Ferratum www.ferratum.es que te permite cuatro extracciones al mes sin comisión y te ofrece el tipo de cambio de Master Card.

 

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El «Big Ben» está rehabilitándose hasta el año 2021

PRIMER DIA:  LLEGAMOS Y PRIMER CONTACTO

Llegamos en metro desde el aeropuerto, el metro tarda casi una hora hasta la estación Victoria, que era por donde se encontraba nuestro hotel, y costaba 6 libras. Hay un tren exprés desde Heathrow que tarda 15 minutos solamente y cuesta 15 libras, pero como luego de este tren teníamos que hacer trasbordo al metro, nos decidimos por el metro, así que usando nuestra  Oyster Card, tomamos el metro y arribamos a nuestro hotel.

Mucha de la gente que viaja a menudo es reticente a acercarse a los lugares y a utilizar los medios propios del turismo de masas. Nos gusta optar por las cosas “auténticas” y visitar los lugares en solitario. ¿A quién no le gustaría visitar las pirámides de Giza en solitario o visitar las islas Gili en Bali sin más compañía que las tortugas y los peces de colores?  A nosotros nos ocurre, nos gusta utilizar los transportes locales, alejarnos de los circuitos turísticos estándar  y, cuando se puede,  dejarnos llevar por el camino. Pero, ¿Porque no aprovechar los recursos turísticos tradicionales cuando te vienen bien?  Además en esta primera visita, como no iba a ser muy larga, seguramente veríamos los lugares más típicos, dejando para otra ocasión una incursión más profunda en Londres.

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En este caso así lo hicimos y desde Bilbao habíamos reservado por internet un tour de dos horas en un autobús turístico para dar una vuelta por el centro de la ciudad. Nos pareció que podía ser una buena forma de tener un primer contacto con Londres. Nos dio la idea Joaquín de www.guialowcost.es en uno de sus interesantes post sobre como viajar barato.

Nos costó un poco encontrar el punto de partida del autobús en Hyde Park Corner, pero para las 17 en punto estábamos en el autobús,  reservado por internet, www.megabus.com. Donde, por cierto, ¡éramos los únicos pasajeros! Es una empresa nueva que tiene recorridos hasta desde 1 libra y que te lleva por los sitios más típicos de Londres durante dos horas, pero no es de los que te bajas y te vuelves a subir, tienes que estar todo el tiempo montado y por un sistema de megafonía te va explicando los sitios por donde pasábamos –en inglés-, así que vimos lo típico: Westminster, La Torre de Londres, El monumento,  La zona donde se mueve el dinero. Como era la hora de salir del trabajo los “brokers” estaban tomándose una pinta en los pubs, que estaban abarrotados.

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Era la hora punta y el tráfico de Londres estaba imposible,  por lo que le dijimos al chofer que nos bajábamos antes y fuimos andando por “The Mall” hasta Picadilly Circus y de ahí a Chinatown para  cumplir una de nuestras costumbres viajeras: la cervecita del atardecer. Cuando el precio y las circunstancias lo permiten,  nos gusta sentarnos a la tarde un rato tranquilamente para recapitular sobre lo visitado durante el día, echar un vistazo a las fotos que hemos sacado o simplemente charlar un rato con la gente del lugar. Visitamos nuestro primer Pub “De Hems Dutch Café Bar” donde tras elegir entre los múltiples tipos de cerveza que tenía (uno de los ritos/dificultades de beber cerveza en un pub inglés) nos bebimos nuestras cervecitas por 5,40 libras (6,14 euros). Tras el ritual cervecero, paseamos por el antiguo barrio chino –Chinatown– que se ha convertido en un barrio muy bien surtido de restaurantes con mucho ambiente, y como ya teníamos hambre escogimos para cenar el restaurante vietnamita “Le Hanoi” para recordar nuestras andanzas por Vietnam: rollitos vegetales para compartir, “Ban Cuon Pork” y un Pho de ternera , acompañadas de dos cervezas “Hanoi beer” 31.90 libras (36,29 euros –al cambio de la tarjeta Revolut-). Después de cenar nos retiramos, tomando el metro desde Picadilly a nuestro hotel, en  Victoria.

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Dónde dormimos

Nos alojamos en el hotel Lord Mildner que está a cinco minutos de Victoria Station  y cerca de Buckingham Palace. Cerca hay sitios para comer y la calle es súper tranquila. Lo peor es que la cama era demasiado blanda y estrecha. A pesar de que el desayuno no estaba incluido puedes pedir que te lo lleven a la habitación por diferentes precios desde 8,5 Libras hasta 14 libras. Aunque a nosotros nos resultaría incómodo desayunar en la habitación porque es pequeña y porque en los alrededores  hay muy buenas opciones. Aun así, hay té y café (bolsitas) para prepararte en la habitación (gratis). Es una pena… si la cama hubiera sido un poco más grande repetiríamos.

El día siguiente era uno de los dos que íbamos a pasar enteramente en la ciudad ¡Nos esperaba un día duro!

SEGUNDO DIA EN LONDRES: BUCKINGHAM, MUSEO BRITÁNICO Y WHITECHAPEL

Nos levantamos como nuevos y con ganas de darle caña al cuerpo para  poder caminar por todos aquellos sitios que el autobús nos había llevado. Tras el desayuno empezamos el día con la intención de hacer un día mixto: callejeo y museos.

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Queríamos empezar por lo súper típico del lugar que es Buckingham Palace la Abadía de Westminster, el cambio de guardia etc… para ello nos apuntamos a un freetour. http://www.tourlondres.com/ totalmente recomendable. Por mucho que prepares un viaje, te lo hayas empollado o tengas guía turística es más rico el que alguien te cuente la historia o las anécdotas del lugar, por lo que a veces y sin que sea una costumbre, nos apuntamos a uno de estos tours.  Si es la primera vez que vas a Londres creemos que el de Londres es un “must” ya que aparte de enterarte de un montón de cosas  podrás ver el cambio de guardia desde diferentes sitios.  Aparte de esto…. Cuando estábamos con el cambio de guardia pasó “Camila” en coche (la mujer del príncipe Charles, para lo que no estéis muy puestos en Familia Real Británica) y nos saludó muy simpática.

Tras acabar el Tour fuimos a picar algo a un pub de la cadena  Wetherspoon, que es un cadena en la que puedes picar algo y tomar una bebida por unas cinco libras. Nosotros concretamente fuimos al situado cercano a Trafalgar Square:  The Lord Moon of The Mall:  Hamburguesa + Pinta de Cerveza 7.99 libras, bocata de aguacate + Pinta de Cerveza 7.99 libras, total 17,88 libras (17,97 euros)

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The Lord Moon of The Mall

 Comer en Londres

Siempre se oye que es una ciudad cara. De nuestra experiencia de estos cuatro días podemos decir que en Londres, para un visitante como nosotros, son caras tres cosas: el alojamiento, el transporte y las bebidas alcohólicas.

Hay sitios en Londres donde puedes comer a un precio asequible, por la zona de Covent Garden están Flat Iron (para comer filetes), Ole´s Burgers (hamburguesas) y Franco Manca o Zizzi, que son cadenas de restaurantes italianos asequibles. También está Neals Yard, cerca de Covent Garden. 

Si tu presupuesto no es muy alto  se puede pedir para beber agua del grifo (“Tap water”), es gratis, te la sirven en todos los restaurantes y no está mal visto pedirla como única bebida para la comida.

Además la mencionada cadena de Pubs Wetherspoon, que está extendida por todo Londres, nosotros vimos uno cerca de Trafalgar  Square y otro en la estación de tren Victoria, que por unas 5 ó 6 libras tienes un plato y una bebida.

Si quieres los típicos Fish and Chips (que suele ser bacalao o merluza rebozada) hay que tener cuidado donde te metes, porque la pesadez de estómago tras la ingesta puede ser de cuidado. Nosotros os recomendaríamos la cadena Poppies con varios establecimientos en Londres. También tenéis  The Mayfair  Chippy en el barrio de Mayfair

Si vais a Chinatown tenéis el  Eat Tokio o Misato de comida japonesa o el Le Hanoi ó el Pho &Bun de comida vietnamita.

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Ban Cuon Pork del restaurante «Le Hanoi»

En cuanto a Pubs baratos está el Waxy  O´Connor en Chinatown cerca del  Misato.  Clásico el Ten Bells pub y como uno de los más bonitos de Londres el The Dicken´s Inn , en la zona del Puente de Londres.

Así que tras ver el Parlamento, que junto con el Big Ben está en obras hasta el año 2021, por lo que vimos andamios mayormente,  y reponer fuerzas nos dirigimos dando un paseíto,  alrededor del barrio de Covent Garden,  hacía el Museo Británico  que es uno de los museos más grandes y visitados del mundo. Para visitar el museo necesitarías mucho más tiempo que el que nosotros íbamos a pasar en total en Londres, por lo que optamos por visitar  aquello que más nos interesaba: La sección del antiguo Egipto, que contiene la colección más importante de arte egipcio después de la del museo de El Cairo, además de la Piedra Roseta original (en El Cairo hay una copia). La Piedra Roseta contiene un mismo decreto en 3 idiomas –egipcio de los jeroglíficos, egipcio demótico y griego antiguo- y a través de la misma se descifraron los jeroglíficos del antiguo Egipto. El museo tiene un horario general (todos los días de 10 a 17.30) pero los viernes abren hasta las 20.30 horas casi todas las salas), lo mejor es visitar la página del mismo antes de ir. www.britishmuseum.org  Ah! Y es gratis.

Después de la agotadora visita y quizás porque habíamos pasado la tarde entre ritos funerarios, momias y hablando del viaje de los egipcios al más allá…… el morbo nos pudo y nos acercamos a otro freetour que nos iba a introducir por la zonas más oscuras visitadas por Jack el destripador en el inquietante Londres del siglo XIX. Por lo que cogimos el metro para acercarnos a la estación de A, donde mantuvimos nuestro ritual cervecero en el pub “Hoop and Grapes” al precio de 7,30 libras (8,32 euros) una pinta y una caña , para después encontrarnos otra vez con Andrea de www.tourlondres.com   que nos tuvo entretenidos dos horas contándonos las historias de este asesino en serie y la vida que llevaban las clases populares de Londres en la época victoriana en este barrio de Whitechapel donde la Policía no se atrevía a entrar. Como curiosidad sobre Jack decir que hoy en día existen grupos de “ripeadores” (Jack the Ripper en inglés) que se juntan cada tres meses en el barrio para seguir discutiendo sobre la identidad del famoso asesino que nunca fue descubierto, gastandose alguno de los miembros de estos grupos verdaderas fortunas en investigar estos asesinatos… ¡más de cien años después de haberse cometidos! Como dice una amiga nuestra: “hay gente para todo”.

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Hoy sí que estábamos bastante fatigados, así que allí mismo cenamos en un lugar llamado “Pizza Union” cerca de Artillery Street, donde  ofrecen pizzas bastante grandes hechas al horno de leña por un precio de 5 libras y cerveza por 3 libras. La pizza estaba muy rica. El servicio muy rápido y las mesas eran “mesas corridas” que hay que compartir con otra gente.

Tras acercarnos a la estación del metro del “Liverpool Street”, que nos encontró encontrar, ya que está dentro de un centro comercial, llegamos a la cama sin más ganas que de tirarnos a la cama.

TERCER DIA: TROOPING THE COLOUR (CUMPLEAÑOS DE LA REINA)

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Este día -9 de junio- nos coincidió con un gran evento con toda la pompa y grandeza británica: la celebración oficial del cumpleaños de la Reina. A pesar de que la reina Isabel II nació en Abril los británicos suelen celebrar en junio su cumpleaños con una gran parada militar, que se conoce como “Trooping the Colour ” el segundo fin de semana de junio. Se celebra cerca del ST. Jame´s  Park y la reina dirige las tropas desde The Mall hasta el palacio de Buckingham y también hay una parada de la RAF (la Fuerza Aérea Británica).

Para ver el desfile puedes pagar por sentarte en un estrado (a 35 libras por cabeza) www.householddivision.org.uk/index.php?action=trooping-the-colour o bien coger sitio en la calle y verlo gratis. Nosotros optamos por esta última opción, así que como el desfile empezaba a las 10 horas, una horita antes ya estábamos apostados en The Mall, cerca de Buckingham,  para ver todo el espectáculo.

 

Andrea, de www.tourlondres.com el día anterior nos había insistido en que no fuéramos pues iba a estar lleno de gente e iba a ser un poco agobiante, pero como somos un poco “cabezotas” nos hicimos con un hueco cerca de la valla, y así vimos el desfile: guardias reales de todo tipo, caballería, etc…. Y ¡la Familia Real al completo! que pasó en carrozas tiradas por caballos. Disfrutamos mucho del fervor monárquico que tienen los británicos, que aunque siempre has oído hablar de él, no nos imaginábamos que era así, mezcla de devoción, fiesta y “pan y circo”, realmente “british”.  Después de saludar a “Isa” la reina, nos despedimos del desfile porque, aunque duraba más y se podían ver las tropas volver a Buckingham y el desfile de la RAF, sobre las 11 ya teníamos suficiente.

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Fachadas en Camden

Tras pasar la mañana de esa manera tan británica, descansamos un ratito y nos dirigimos al barrio de Camden  para visitarlo y ver el mercadillo de Camden Lock.   El barrio es conocido por su modo de vida alternativo y su mercadillo. En muchas páginas web pone que solo abre los domingos: craso error, abre todos los días y el domingo es mejor ni acercarse porque es tal la multitud de turistas que se acercan que hay veces que tienen que cerrar el metro porque se colapsa, nosotros fuimos en sábado y estaba bastante lleno. Este mercadillo es una especie de rastro madrileño elegante donde la gente va a pasar un rato agradable por la mañana porque es bastante grande y te puedes pasar el día entero allí.  El mercado tiene muchas tiendas curiosas con fachadas decoradas dependiendo del producto que vendan y zona de restauración para picar algo. Nosotros encontramos un sitio muy agradable que se llama Honest Burguer, donde pagamos dos ricas hamburguesas (de pollo y vegetal) por un precio de 17.90 libras (20,50 euros) y un poco de “Tap Water” gratis.……

Habíamos pensado en ir a Camden en un barquito por los canales desde el barrio de Little Venice, pero no nos daba el tiempo. Londres tiene muchas cosas que ver y en un par de días solo le puedes dar un vistazo superficial.

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Desde allí cogimos el metro hasta la estación de Bank, y fuimos andando, cruzando el puente de Londres  a conocer el mercado de Borough, que es un mercado de abastos en el que también tienes puestos callejeros de comida, que puedes comprar y buscar una esquina para comerla, aunque veníamos de Camden, Borough cierra los domingos, por lo que aprovechamos un ratito para echarle un vistazo.

Seguimos andando y andando y andando, como almas en pena, para llegar al edificio del City Hall y ver desde allí la Torre de Londres y el HMS Belfast (un barco de la Segunda Guerra Mundial reconvertido en museo). Como hemos dicho más arriba Londres da para mucho y en una visita relámpago como la nuestra, el objetivo era un primer contacto, por lo que no entramos ni en la torre ni en el barco, cosa que hemos dejado para otra visita.

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La Torre de Londres

En la Torre de Londres se pueden ver, entre otras cosas, las Joyas de la Corona y los famosos cuervos, que sí algún día se van, la Torre se desplomará y el reino desaparecerá.  La entrada cuesta 35 libras y la cierran a las 17:30, siendo el último pase a las 17:00. Los guardianes de la Torre hacen una visita guiada gratuita en inglés que dura 60 minutos.

Tras ello fuimos hasta la Catedral de Saint Paul que es la segunda catedral más grande del mundo después de la de San Pedro en Roma, siendo su cúpula lo más atractivo de este edificio.  Aunque tanto aquí, como en la Catedral de Westminster, cobran la entrada, hay una misa a la tarde que es cantada (las dos catedrales tienen unas corales impresionantes) a las que puedes entrar sin pagar. Nosotros así lo hicimos, ya que eran las cinco de la tarde y era la hora de la misa cantada. Puedes consultar los horarios en las páginas web de dichas catedrales www.stpauls.co.uk  y www.westminstercathedral.org.uk.

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Interior de la Catedral de St. Paul

Y al fin, llegamos a la última etapa de este extenuante día de “turisteo”:   el Sky Garden,  desde donde también hay una impresionante vista de Londres.  Está ubicado en el edificio Fenchurch Street, que es conocido por los londinenses como el walkie talkie. Es gratuito y hay que reservar previamente por internet con dos semanas de antelación http://skygarden.london/  y estar atentos a cuando abren el turno para poder reservar, porque enseguida se acaban las plazas. El horario es de lunes a viernes de 10 a 18 horas y los sábados y domingos de 11 a 21 horas. Se debe tener cuidado porque te pueden dar entrada al piso 32, donde hay varios restaurantes, más tarde de las 18 horas, pero si subes, a las 18 horas en punto cierran el mirador y sólo puedes ver las vistas desde dentro del edificio. Que es exactamente lo que nos pasó a nosotros, con el consiguiente chasco porque encima habíamos programado la tarde en torno a esta visita.

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SKY GARDEN

Como estábamos muy cansados y encima empezaba a llover, fuimos directamente a Chinatown a cenar … ¡a otro vietnamita| esta vez fue el Pho & Bun, en el que cenamos bien, aunque un poco estrechos ya que el restaurante está de moda y las mesas son un poco pequeñas. Comimos unos rollitos vegetales para compartir, una ensalada de papaya y un pho de ternera, acompañado en esta ocasión de una cerveza Saigon Beer, por lo que pagamos 33.41 libras (38 euros)

Como también había sido un día bastante duro y estaba lloviendo, prescindimos del paseo nocturno y en Picadilly entramos al metro para dirigirnos al hotel.

CUARTO Y ULTIMO DIA: PASEO POR HYDE PARK Y VUELTA A CASA

Nuestro avión de vuelta salía a las 16:45 horas,  teníamos que aprovechar la mañana, así que madrugamos y nos dirigimos esta vez hacia Hyde Park, ya que estábamos teniendo muchísima suerte con el tiempo y el sol brillaba. Un día precioso para dar un paseo.

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HYDE PARK

Hyde Park es enorme, mide 141 hectáreas y está dividido por un lago, en su origen fue una zona de caza de Enrique VIII, colinda con el palacio de Kensington y en su interior está el memorial a la princesa Diana. En la esquina del parque cerca del Marble Arch está el famoso “Speaker´s corner” donde la gente se sube en un taburete y habla de lo que quiera, siempre que el lenguaje no sea ofensivo. Estuvimos oyendo un ratito, pero el único que hablaba era un extraño personaje miembro de una secta religiosa que nos apercibía de lo malo que es pecar.

Le dejamos con su sermón y salimos del parque por el lado del Marble Arch, un monumento de mármol de carrara, que antaño era la entrada al palacio de Buckingham, pero que más tarde fue trasladado a su actual emplazamiento. Allí enfilamos Oxford Street, la calle más comercial de Londres, con un montón de tiendas y establecimiento comerciales. A pesar de  que no teníamos intención de comprar nada, caímos en la tentación y algo compramos.

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Entrada a Carnaby St.

De allí fuimos a Carnaby St (imprescindible para nosotros) donde elegimos un restaurante para hacer un brunch consistente en una potente tostada de aguacate una brocheta de souvlaki, copa de vino, cerveza y “tap water” por 29.87 libras (34,17 euros). También es una zona muy recomendable para picar algo ya que la oferta de restauración es muy variada y de varios precios.

Nuestra visita relámpago a Londres llegaba a su fin y, tras pasar por el hotel, nos dirigimos otra vez en metro al aeropuerto de Heathrow, de vuelta a casa.

3 comentarios en “Londres: Trooping the colour (El cumpleaños de la Reina)”

  1. Muchas gracias por haberme recomendado el post, Maite!! Lo he leído ahora y me he apuntado alguna que otra idea para mi viaje. La verdad es que ver Londres en pocos días es un complicado ejercicio de síntesis que a mí me está costando. Os doy la enhorabuena por vuestro contenido, me subscribo y seguiré leyéndoos!! 😊

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